RENDICIÓN

Te despido con melancolía y resignación, no puedo asumir que una vez más te pierdo y una vez más tu ganas. Siempre consigues salirte con la tuya...

Veo la vida pasar agarrada de tu mano, y no puedo hacer nada para detenerte, ni las lágrimas, ni las plegarias, ni los enfados, hacen que te detengas. Apartas a la gente de mí, y la que permanece la hacer envejecer. Veo tu imagen a mi lado cada vez que me veo al espejo, y no se si amarte u odiarte.

Me rindo ante ti, mi querido amigo "Tiempo", clavo las rodillas en el suelo y me humillo ante tí, haré lo que quieras, pero no borres mis recuerdos, te lo suplico. No borres de mi mente mis tesoros, las imagenes de la gente a la que quiero, sus sonrisas, sus lágrimas. No borres de mi sus abrazos, sus palabras. No borres de mi corazón las lanzas de mis enemigos, quiero que todo eso permanezca inalterable. Deja que petrifique en mi alma todo el amor que siento por todos y cada uno de los que han pasado por mi vida.

Y a pesar de que me rinda, te doy las gracias, por pararte a mi lado en cada feliz momento, por detenerte ante Leyenda, por devolverme lo que hace tanto tiempo que me robaste, por llevarte la amargura que me entregaste, por hacer las distancias más cortas y los sueños más largos.

Quiero ser tu amiga, pero tu no aceptas compañeros, déjame quedarme por lo menos contigo cinco segundos más, déjame apaciguar tus sentimientos y deten tu paso por un momento. Hoy déjame que sea yo quien te robe a ti, déjame que sea yo quien te entregue a ti cinco segundos de mi felicidad. Déjame que sea yo hoy quien te detenga para que por un momento seas humano, piensa, siente, ama, deja de luchar. Déjame que sea yo hoy quien te abrace y te consuele. Por una vez en la vida... en mi vida... ríndete.