RANA ENCONTRÓ SAPO

Fué en una charca...llena de sapos y ranas.

No recuerdo como surgió o como empezó todo, quizás el Sapo se acuerde, ese momento lo tengo colapsado por momentos más recientes que anularon todos los demás.

Los sentimientos son más fácil de traer al presente: sensación de familiaridad y cercanía, con una extraña mezcla de atracción misteriosa -que todavia hoy no he sabido desgranar(que manía empeñarse en desgranar las cosas para poder entenderlas)-. He de añadir a esta receta una necesidad imperiosa de colmarlo de mimos, supongo que tantos años buscando a un príncipe azul hacía que desease besuquear al Sapo para convertirlo en mi Príncipe y, como llevo tanto tiempo buscandolo (al príncipe) quería compensarle los 30 años de búsqueda con todo el cariño que tenía acumulado. Lástima que el Sapo no estuviese por la labor de dejarse querer por sus ideologías sobre la defensa: "Siempre llevo la armadura encima".

El final de la historia era fácil de adivinar: unos probadores sin probar, un abrazo disfrutado y el pago por los buenos momentos vividos, anticipo de otros buenos todavía por llegar...

Solo tengo palabras de agradecimiento para un verano tan, tan bueno.

Yo Vencí A Ese Algo