Obra de Javier José Luis Parada (Buenos Aires)
Hoy he conocido a alguien que ha escogido la soledad...la soledad de un hotel...la soledad del hombre ocupado...
¿Cúantas veces renunciamos a lo que queremos por trabajar la prosperidad?¿Dónde está el límite entre obsesión y disfrute?¿Cúantas veces elegimos la soledad o cuantas veces nos la imponen?
Te abandonaría en una isla. Te dejaría víveres en una pequeña casita de madera, y a la par que me despidiese de tí, lanzaría tu teléfono móvil al óceano...para que con él se hundiese tu necesidad de seguir negociando...
Día a día, supongo que te darías cuenta de lo rápido que ha pasado tu vida, viajando de aquí para allá, siempre acompañado y a la vez siempre tan solo...¿de que vale que te recuerden por tus grandes dotes comerciales? si nadie ha podido comprar con besos todo lo que llevas dentro, si nadie ha podido embalar el sentimiento de vacio que te envuelve y enviarlo a China.
¿Para que tanto...? si el amor en cada esquina no llena tu alma..l y sólo vacía tu cartera y te deja sin tiempo para lo que realmente quieres hacer.
No necesitas tiempo...necesitas voluntad para saber sentarte y aprender a esperar, como buen camaleón, que espera camuflado en cualquier lugar, pacientemente. No he escuchado nunca que los camaleones fuesen nómadas, en cambio tú...si lo eres.
Eres un nómada en tu propio mundo. Eres un nómada en tu propia vida.
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