Llevo dos semanas tratando de hablar con mi jefe sobre la cantidad de horas que estoy haciendo, esta tarde espero poder plantearle por fin que necesitamos a alguien para que nos ayude.
En la comida he estado anotando los problemas que tiene nuestra empresa, y siendo positivos y confiando en un crecimiento del volúmen del trabajo, vamos a necesitar tener alguien más.
Me da un poco de respeto (no miedo) la respuesta que vaya a obtener de mi jefe, ya que en función de eso tendré que decidir que hacer con mis estudios y con mi vida. Tengo 30 años y desde hace dos años he empezado a sentir la llamada de la maternidad. Hasta ahora había conseguir acallar la voz interior que me pedía a gritos que cumpliese con mi naturaleza pero ahora ya no puedo hacerlo más. Quiero ser madre y no quiero ser una cabrona por dejar a la empresa tirada. Llevo cuatro años en esta empresa y he dado lo mejor de mi durante ese tiempo. No es que necesite un respiro o unas vacaciones, necesito formar una familia, pasar a un nivel superior (ni que la vida fuese un videojuego, jajajaaj) y experimentar nuevos retos pero en otros planos fuera del entorno laboral.
En mi trabajo no hay posibilidad de ascenso, pero eso nunca me ha importado, me gusta mi trabajo y me siento a gusto con la persona con la que trabajo.
Hoy ha sido día de llamadas a algunos amigos, para preguntarles como están y como les van las cosas. Lo hago por que yo si me preocupo de ellos, cuando están bien y cuando no lo están. Ellos solo se acuerdan de mi cuando están jodidos. Pero así es la vida y así soy yo. Una pava de mucho cuidado... jajajajajaaj. Espero haberme ganado por lo menos una nube en el cielo para poder pasar mi estancia allí el día que tenga que partir.
El domingo fuí a una romeria del pueblo donde trabajo y pedí por todos, no soy practicante, pero me pasa algo curioso con la patrona del pueblo, ya os lo contaré otro día. El caso es que el caminar trece kms. con la idea de pedir por todas y cada una de las personas que conozco - y por aquellas que conoceré- me hicieron sentir que desear el bien te alimenta el espiritu, te llena interiormente.
Esta tarde es la gran prueba, no se como va ir esta minireunión, no se si sere capaz de tener los argumentos necesarios para hacer ver a "mi amo" (como dice Juan) que necesito tener vida y que por encima de todo no quiero perjudicar a la empresa con mis decisiones personales.
Ya os contaré
En la comida he estado anotando los problemas que tiene nuestra empresa, y siendo positivos y confiando en un crecimiento del volúmen del trabajo, vamos a necesitar tener alguien más.
Me da un poco de respeto (no miedo) la respuesta que vaya a obtener de mi jefe, ya que en función de eso tendré que decidir que hacer con mis estudios y con mi vida. Tengo 30 años y desde hace dos años he empezado a sentir la llamada de la maternidad. Hasta ahora había conseguir acallar la voz interior que me pedía a gritos que cumpliese con mi naturaleza pero ahora ya no puedo hacerlo más. Quiero ser madre y no quiero ser una cabrona por dejar a la empresa tirada. Llevo cuatro años en esta empresa y he dado lo mejor de mi durante ese tiempo. No es que necesite un respiro o unas vacaciones, necesito formar una familia, pasar a un nivel superior (ni que la vida fuese un videojuego, jajajaaj) y experimentar nuevos retos pero en otros planos fuera del entorno laboral.
En mi trabajo no hay posibilidad de ascenso, pero eso nunca me ha importado, me gusta mi trabajo y me siento a gusto con la persona con la que trabajo.
Hoy ha sido día de llamadas a algunos amigos, para preguntarles como están y como les van las cosas. Lo hago por que yo si me preocupo de ellos, cuando están bien y cuando no lo están. Ellos solo se acuerdan de mi cuando están jodidos. Pero así es la vida y así soy yo. Una pava de mucho cuidado... jajajajajaaj. Espero haberme ganado por lo menos una nube en el cielo para poder pasar mi estancia allí el día que tenga que partir.
El domingo fuí a una romeria del pueblo donde trabajo y pedí por todos, no soy practicante, pero me pasa algo curioso con la patrona del pueblo, ya os lo contaré otro día. El caso es que el caminar trece kms. con la idea de pedir por todas y cada una de las personas que conozco - y por aquellas que conoceré- me hicieron sentir que desear el bien te alimenta el espiritu, te llena interiormente.
Esta tarde es la gran prueba, no se como va ir esta minireunión, no se si sere capaz de tener los argumentos necesarios para hacer ver a "mi amo" (como dice Juan) que necesito tener vida y que por encima de todo no quiero perjudicar a la empresa con mis decisiones personales.
Ya os contaré
Yo Vencí a Ese Algo
Comentarios
Suerte amiga...
No te pillo mucho para hacerlo más a menudo, pero pienso en ti.
Estoy segura de que la reunión saldrá bien ;)
Un beso fuerte
Papish: lamento no poder conectarme tanto como quisiese, creo que la actualización del blog es el mejor indicativo de que hasta que punto voy saturada.
Espero que coincidamos.
Bea: a por ellos, que ya sabes que son cobardes.
Arkero: Yo quisiera...
Yo Vencí a Ese Algo